El avance, logrado en una investigación financiada por el Gobierno de Estados Unidos y que, según este investigador español, «no guarda ninguna relación ni recibe fondos de la compañía fabricante de ezetimibe», se ha publicado ya en la edición ‘on line’ de ‘Nature Medicine’ y saldrá en febrero en su versión impresa.
Según ha explicado a Europa Press Sainz, el tratamiento tradicional contra la hepatitis C es el interferón alfa y la ribavirina, una combinación «muy tóxica que muchas personas no son capaces de soportar y que sólo es eficaz al 50 por ciento». «El interferón y la ribavirina no se dirigen contra ninguna diana y no sabemos cómo funciona, no es específico para la hepatitis C, sino para muchos virus», señala.
«Los investigadores llevan muchos años buscando alternativas para el tratamiento de la hepatitis C. La tendencia es buscar nuevos tratamientos similares a los que se utilizan contra el VIH: cócteles de diferentes tratamientos que ataquen al virus en diferentes puntos de su vida y en esta línea va nuestro trabajo con ezetimibe», expone.
«Ahora se ha probado en combinación con interferón y ribavirina y se ha logrado aumentar su eficacia del 50 al 70 por ciento, pero se mantiene problema de la toxicidad. Por eso queremos introducir nuevos fármacos que ataquen al virus en diferentes momentos de su vida, para seguir mejorando el tratamiento y conseguir, como meta, poder usarlo el año que viene sin interferón», anota.
Ezetimibe, que en la actualidad está en el mercado con el nombre de ‘Zetia’ para el tratamiento de la hipercolesterolemia, ataca específicamente una proteína que usa el virus para replicarse, por lo que podría funcionar como tratamiento preventivo o para mejorar el tratamiento actual, reduciendo efectos secundarios.
«Ahora están comenzando en Chicago los ensayos en base IIb con ezetimibe.