No hace falta que nos pongamos de acuerdo todos bajando las
persianas, y provocando que se haga la noche, porque ya sabemos
que ella nos visita siempre al caer la tarde.
Sí, debemos dejar la noche para que descansen nuestras ideas; si
el día ha sido bueno para soñar con él y si no lo ha sido tanto para
poder olvidarlo.
No hace falta que abramos los paraguas esperando que la lluvia
nos visite, porque ya sabemos que vendrá cuando las nubes lo
decidan.
Sí, debemos tener paciencia, e ir preparando el terreno para que
cuando caiga el agua sepamos utilizarla.
No hace falta que gritéis para que la gente conozca Niemann
Pick, lo sabéis hacer en cada momento:
– Motivados por la luz de un nuevo día.
– Aguantando el “apagón” de las, a veces, traicioneras noches.
– Compartiendo todos el agua cuando nos cae.
Mª Carmen Cortés
12/04/10